Ahí le encargo
“Son en general gobiernos de derecha los que hacen que esto prospere – el narcotráfico–, hasta convertir los estados en narcoestados…”
Eduardo Galeano.
En días pasados varias de las principales encuestas del país anunciaron una nueva caída en la popularidad del presidente. Una de ellas consignó un magro 41% de aceptación, lo que representa un duro golpe para un gobierno proclive a los anuncios espectaculares y al bombardeo mediático en busca del favor popular.
Para llegar a la presidencia Calderón se proclamó el candidato del empleo, incluso en uno de los debates corrigió al contendiente del PRI cuando puso en la mesa el tema de la seguridad, al asegurar que el asunto en cuestión era dar trabajo a los mexicanos. La historia del resultado electoral es de sobra conocida: el PAN se declaró vencedor y una buena parte de la sociedad todavía hoy duda de la legitimidad electoral del gobierno.
Lo cierto es que Calderón es cada día un presidente más débil, que no atina a dar rumbo al país, su política es errática. Pareciera que sólo dedica medio tiempo a gobernar y que su ocupación mayor es evitar que el PRI arribe a Los Pinos en el 2012, lo que ahora se aprecia inevitable.
Los años panistas en el gobierno son de números malos. Al término del mandato del presidente Zedillo, el país era la novena economía del mundo y crecía al 7%. Hoy somos la número 15 y el año pasado decrecimos en un 7%, nos faltan tres millones de empleos que nuestro cuestionado presidente prometió y el número de connacionales en el sub empleo es de 13 millones. Durante los últimos tres años la deuda aumentó a cifras que no tienen antecedente en la historia del país y la competitividad cayó 18 lugares, al pasar del sitio 42 al 60.
En materia de seguridad las cosas no están mejor. El periódico El País del pasado día primero titula un amplio editorial de Guillermo Velasco: “México, impunidad e incompetencia” –y agrega– “Hay razones para que se extienda la imagen de un país violento e inseguro”.
La visión desde el extranjero es terrible, el artículo señala: “El Partido Acción Nacional que actualmente gobierna en México, propuso crear un plan para ‘recomponer el tejido social’. Mero discurso, palabras y más palabras que, a estas alturas, poco eco podrán tener en una sociedad que se ha cansado de una clase política que ha pretendido acabar con las mafias a golpes de discurso y medidas propagandísticas”.
Los acontecimientos recientes dejan claro que la supuesta “guerra” es un fracaso y sobre ella se cierne la sospecha de que se impulsó para legitimar el gobierno de Calderón. No cabe duda que la situación se salió de control, los mismos funcionarios federales dan cuenta de ello en sus análisis y discursos. Por si algo faltara, en materia de derechos humanos hay un aumento en las denuncias y la población cada vez está más irritada por el tema.
Para completar el cuadro está el asunto de las alianzas: la temeraria apuesta del presidente a la última carta que tiene para evitar que su partido pierda el poder en el 2012. Si el PRI se alza con el triunfo en los comicios del próximo julio, al panorama desolador que tenemos en materia económica y de seguridad, se sumará el de un gobierno inhabilitado para emprender una política eficaz para el cierre del sexenio.
Calderón es un presidente que se negó a serlo y optó por conducirse como jefe de su partido. Tenemos un presidente en su laberinto…
Rubén Moreira Valdez es diputado federal del PRI por el distrito 04 con cabecera en Saltillo, Coah. Es presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Diputados y presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Coahuila.
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